El posicionamiento de nuestra marca es el lugar que ocupa esta en la mente de nuestros clientes y potenciales. Es la imagen de nuestra empresa, que va más allá de los productos ya que incluye valores, atributos, beneficios y basándose en estos, muchas veces los clientes deciden sus compras, ya que entre dos empresas con productos similares se decantan por aquellas marcas con mejores posicionamientos, las que trasmiten esos valores o atributos que les definen.
Los consumidores se encuentran con un mercado que les ofrece multitud de productos, hay mucha competencia, pero por otro lado tiene menos tiempo para comprar y toman decisiones mucho más rápidas. Buscan opiniones, comparativas por internet, recomendaciones de influencers… En la toma de decisión está muy presente el posicionamiento de la marca, esos valores positivos que nos transmiten y que no lo hace la competencia y nos hace decantarnos por sus productos.
Pongamos un ejemplo: si hacemos una cata a ciegas de un producto, el resultado se inclinará claramente al producto con mejor sabor. Sin embargo si en esa misma cata indicamos la marca de cada producto el resultado será completamente diferente, nos decantamos por el producto con mejor posicionamiento, este posicionamiento puede estar basado en la calidad del producto, en el respaldo de una compañía que transmite valores… Este posicionamiento funciona para bien y para mal, es decir, una mala imagen de nuestra marca independientemente de que no se ajuste a la realidad, alejará a los consumidores.
Nuestras decisiones de compra se basan en muchas cosas, no sólo en el producto. Buscamos productos de calidad pero entre la competencia tan grande que existe, nos decantamos por aquellas empresas que dan buen servicio postventa o que tienen una política de fabricación que respeta el medio ambiente o que pagan un salario justo a sus empleados…
El posicionamiento de la marca ha de basarse en algo diferenciador frente a la competencia y puede estar basado en : atributos, beneficios, calidad, precio, mejoras frente a la competencia, uso distintivo, categoría, estilo de vida, relevancia, sostenibilidad…
Es importante que nos basemos en la realidad, ya que de ese modo la imagen será creíble, de lo contrario podemos provocar que la marca adquiera los valores contrarios con la consiguiente penalización respecto al posicionamiento de marca y con ello a las ventas.
Posicionarse es una tarea difícil pero que traerá múltiples beneficios ya que un buen posicionamiento es una ventaja muy importante de cara a la competencia.
Para posicionarse correctamente has de estudiar a tu empresa y a tu producto pero también debes identificar claramente a tu mercado (no se trata de vender todo a todos, segmentar a tus clientes es imprescindible y con un CRM como WolfCRM es fácil), que te hace diferente y que mensaje quieres transmitir. Buscar que te hace único y diferente y explotarlo.
Sé objetivo y no creas falsas expectativas y si te comparas con la competencia hazlo con buen gusto y sin nombrarla directamente. Posicionarse bien y mantenerse ahí es tu objetivo. Cuando lanzamos mensajes que luego no son ciertos, en un principio, pueden que nos hagamos visibles y crezcamos en venta pero la caída será inevitable y cambiar esa imagen de empresa que no cumple lo que dice será muy difícil.
Es importante que adaptes tus productos y tu mensaje a lo que los consumidores necesitan y no a lo que tú quieres que necesiten. La mejor manera para esto es tener relación con tus clientes y potenciales, proporcionar medios para la comunicación y de esa manera así poder conocer y analizar las opiniones sobre la marca y los productos.
El posicionamiento de marca abarca todo las áreas de un empresa. Este posicionamiento habla de la empresa no sólo a los clientes, sino a tus proveedores o posibles proveedores, a tus trabajadores y posibles trabajadores.
La importancia de plasmar un plan estratégico de cara al posicionamiento de la marca es fundamental para evitar desvíos de cara a obtener ganancias a corto plazo y también para que sea de fácil difusión tanto para clientes, personal de la empresa, distribuidores… Se trata de comunicar no donde estamos sino dónde queremos llegar y cómo queremos hacerlo.
Invertir tiempo y recursos para un buen posicionamiento es una apuesta de futuro para todas las áreas de tu empresa y te permitirá mejorar y acceder a mejores recursos, tanto materiales como humanos. No olvides incluir en la estrategia global de la empresa y no sólo en la de marketing y comunicación el posicionamiento de marca. No te arrepentirás.
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